Entendemos por aislamiento térmico todas aquellas acciones encaminadas a reducir la transmisión de calor o transferencia de energía entre objetos en contacto térmico o que puedan estar a diferentes temperaturas.
El aislamiento térmico es, adicionalmente, un elemento fundamental en la búsqueda de la máxima eficiencia de nuestras instalaciones de climatización y ventilación y la medida más efectiva para lograr el máximo ahorro energético en nuestra vivienda.
Criterios para la elección del mejor aislante
Algunas de las características fundamentales que debemos tener en cuenta a la hora de elegir el aislamiento térmico adecuado a nuestras necesidades son:
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La conductividad térmica: es la capacidad de un material para transmitir el calor y se expresa con un símbolo λ seguido de un valor inferior a 0,060 y el índice que refleja la efectividad del material aislante. Este valor debe estar incluido en la etiqueta del producto y habrá que tener en cuenta que su valor será independiente del espesor del material.
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La resistencia térmica: es la capacidad de un material para evitar el paso del calor a través de él. Este valor depende de dos características fundamentales y se calcula al dividir el espesor del material, entre la conductividad térmica de diseño del material.
A diferencia del caso anterior, a un mayor espesor, obtendremos una mayor resistencia térmica. En los materiales de construcción, la información relativa a la resistencia térmica viene expresada por una R y un signo de “mayor que” seguido de una cifra entre 0,25 y 5, aunque no todos los fabricantes la incluyen.
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La resistencia al paso del vapor de agua: es especialmente importante porque si el aislamiento permite que la humedad del aire contacte con su superficie fría, se formará condensación, favoreciendo problemas como el moho. Además, la humedad puede variar algunos valores como la conductividad, la densidad y la capacidad calorífica de un material.
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Reacción contra el fuego: uno de los aspectos fundamentales en la protección pasiva contra el fuego, regulado por la normativa, es la utilización de materiales no combustibles en la edificación. Este valor debe obligatoriamente aparecer indicado en todos los materiales de construcción.
EN RESUMEN:
Cuanto mayor sea el espesor y menor la conductividad térmica en un material, obtendremos una resistencia térmica mayor, lo que nos permitirá reducir la transmitancia total del cerramiento y cumplir con los valores límite establecidos por la normativa actual.
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