Una casa autosuficiente, o passivhaus, es aquella que utiliza la cantidad mínima posible de energía y es posible autoabastecer su consumo a través de energías renovables. De esta manera, aprovecha recursos como el sol, la lluvia o el viento para alcanzar la autosuficiencia. Sabiendo ahora este concepto, ¿qué opciones tenemos como consumidores para aplicarlo a nuestro hogar?
INSTALAR PLACAS SOLARES
Sin duda, la opción más extendida y cada vez más aceptada entre la población para la autosuficiencia eléctrica. No únicamente por su visible ahorro en nuestras facturas mensuales, sino también por las mejoras tecnológicas que, durante los últimos años, han ayudado a reducir el coste de fabricación y mejorar las prestaciones de las placas solares.
Actualmente, su ciclo de vida puede llegar a superar los 30 años. Una cifra interesante y rentable debido a que con una inversión media de entre los 6.000 y 8.000 euros, podremos amortizarla en un plazo de entre 6 a 8 años. El potencial ahorro puede llegar a cubrir hasta el 60% del consumo de energía de nuestra vivienda.
Perfecta para la autosuficiencia en la calefacción del hogar. En un contexto de conflictos internacionales en el que desde la Unión Europea se afirma la posibilidad de un eventual corte del gas ruso, sin duda es la opción más interesante de cara al próximo invierno. El combustible que utiliza este tipo de calderas son sólidos de origen vegetal – pellet, leña y residuos forestales. Por lo que estamos ante un combustible inagotable que, además, su uso produce beneficios hacia el medio ambiente, como es la ayuda en la limpieza de los bosques y montes.
INSTALAR PLACAS SOLARES TÉRMICAS
Y para eliminar totalmente nuestra dependencia del gas natural y ser 100% autosuficientes, existen otro tipo de placas solares, las que adquieren la energía necesaria para calentar el agua que consumimos en nuestra vivienda. Con una inversión menor que en el caso de las placas solares eléctricas, el coste medio para una vivienda unifamiliar ronda los 2.000 euros y su amortización se puede alargar hasta los 5 años.
Una cifra asumible que permite recuperar rápidamente la inversión de un producto que tiene una vida útil de 20 años.
AEROTERMIA
La aerotermia es un equipo ya muy conocido en los sistemas de climatización. No es más que una bomba de calor aire-agua. Es decir un equipo que captando la energía existente en el ambiente o aire exterior, es capaz de transformarla mediante el trabajo de un compresor frigorífico con su correspondiente gas refrigerante en energía , para así obtener agua caliente o fría (dependiendo de la estación anual).
Este agua caliente (circuito primario) se utilizará para obtener calefacción y agua caliente sanitaria . El agua fría para refrigeración del ambiente.
Para su funcionamiento se precisa energía eléctrica, pero lo interesante del sistema es que consumiendo , por ejemplo , 1 kW/h es capaz de producir hasta 5 kW térmicos.
Siempre que se trate de un equipo bien diseñado y de calidad, estará en estos ratios.
Sin duda la reina de la opciones para una vivienda.
AISLAMIENTO DE LA VIVIENDA
Y pasamos a la última opción. Si quieres apostar por la autosuficiencia y la sostenibilidad, encontraríamos la reforma para mejorar el aislamiento de la vivienda. Además, con esta actuación, podremos optar a la subvención parcial de la obra cumpliendo algunas características – como puede ser la mejora en al menos un 30% del consumo de energía de nuestra vivienda. De esta manera, la subvención puede cubrir hasta el 60% del coste de la obra.
Las acciones que se incluyen son la rehabilitación de la fachada y la renovación de las ventanas, dos de los principales focos de pérdida de calor en nuestra vivienda y, por consiguiente, producimos un mayor consumo de los recursos energéticos. Con lo que nos ayudaría enormemente a alcanzar la tan esperada autosuficiencia en nuestro hogar.